jueves, noviembre 22, 2007

Ya comenzó el boom mediático de la Teletón. La cifra a reunir es nada más y nada menos que $11.804.425.008 ¿no les parece mucho? A mí si. Y daré las razones.


1. Economía Chilena: Lo principal. La gran mayoría de los Chilenos están sufriendo las consecuencias de la inflación y las alzas de precios que ya alcanzan el 6.1% en lo que va del año. Las verduras a precios que se asemejan casi a un lujo... comer está siendo parte de ese lujo. ¿Habrá la misma cantidad de dinero en los bolsillos de los Chilenos -como en años anteriores- para poder aportar a esta obra? Se dice que con que cada habitante del país aporte con $1000, se logra la meta y más. Es cierto. Pero se mete a un mismo saco a recién nacidos, niños y jóvenes que no poseen ingresos, junto con indigentes y sectores de extrema pobreza, que aunque quisieran, no podrían dar ese dinero. Por lo que esos mil pesos aumentan a unos $5000 por cada ciudadano que queda. Cifra, que hoy en día, parece imposible "regalar", no por mezquindad, no por avaros; porque la necesidad tiene cara de hereje, y cada jefe/a de familia debe procurar a diario el bienestar de los suyos. Esos cinco mil pesos son significativos para muchos, esos cinco mil pesos es lo que ganan algunos al día.

2. Mal interpretación de la causa: Cooperar con la Teletón no significa dar dinero y sumar un puntito más para la salvación eterna. No es un comodín. Muchos piensan que el aporte monetario los hace partícipes activos de la causa, cuando en realidad, ésta es una disfunción (concepto planteado por Paul Lazarsfeld) frente al rol del individuo en la sociedad. Sucede que hay muchas otras maneras de ayudar, desde hacerse voluntario (que es un rol mucho más activo) hasta estar presente en el estadio nacional.


3. Cargo de conciencia colectivo inculcado: Sucede que los slogan “Teletón: con todo el corazón”, “La Teletón es tuya”, y ahora, “Teletón: en cada paso estás tú” han sido una buena estrategia para hacer responsables a los Chilenos del éxito de ésta, según lo declarado por Vivi Kreuzberger hace 2 años en una entrevista que leí. Sucede también, que las imágenes fuertes, nos hacen sentirnos una MIERDA de seres humanos (no tan alejado de la realidad) porque nos achacamos ante cualquier nimiedad, cuando hay cosas más terrible como tener discapacidad motriz, haber sido atropellado o andar en silla ruedas en esta sociedad DISCRIMINADORA y apta para aquellas personas, pues es una odisea para ellos salir a la calle entre tanta escalera y rampla mal hecha para discapacitados. Entonces, esa explosión de imágenes nos hace pensar que si no cooperamos, somos tan CAGADOS como de costumbre.


Pero sensibilizándome, es normal que al menos en un momento de la Teletón, lloro a mares. Lloro sobretodo en los casos en que las personas eran sanas, y de un día para otro las cosas cambiaron. Duele saber que uno, con su mente y cuerpo íntegros, puede pasar por esa situación.
La crítica es que no reciban a personas mayores de 20 años, pues si te sucede algo a los 21 y tus padres no tienen los medios, nada se puede hacer. Lo digo por un caso que mostraron este año en un programa periodístico (no recuerdo el nombre, pero es de corte de informe especial, chile anónimo, vida, etc) donde una niña atropellada de 21 años, estaba postrada en su cama, con su familia desconsolada porque no tenían los medios, en la TELETÓN le habían cerrado las puertas y sólo podían pagar un kinesiólogo partitular 3 veces a la semana. Eso no mejora.

No les voy a pedir que cooperen, ese no es mi rol, pero sí espero que exista un equilibrio entre las posibilidades que tenemos los Chilenos y las metas monetarias que se proponen recaudar en 27 horas de amor. Juntar 10 mil millones y no los 11 mil y tantos, no hace daño. Al contrario, creo que hablará muy bien de nosotros.