Si alguien está realmente interesado en leer mi entrada, os aconsejo que revisen primero el reportaje a continuación: EL SERMÓN DEL DÍA DESPUÉS.
¿Razones para apoyarla? Muchas. Pero vamos por parte:
Violación
La Policía de Investigaciones de Chile define la violación como “El acceso carnal, vaginal, anal o bucal, en alguno de los siguientes casos: cuando se usa fuerza o intimidación; cuando la mujer se halla privada de razón o de sentido por cualquier causa; y cuando sea menor de doce años cumplidos, aun cuando no concurra ninguna de las circunstancias expresadas en las dos anteriores”.
1. Las (horribles) estadísticas señalan que en Chile, ocurre un abuso sexual cada 23 minutos: algo para morirnos de vergüenza.
2. La pena aflictiva para los violadores era de 61 días de presidio a 5 años y un día. Posteriormente la condena fue modificada de 5 años y un día a 15 años (si la víctima es mayor de 13 años): ok, aumentaron la condena, pero 15 años es incomparable para compensar la condena de por vida que sufre la víctima; las heridas corporales sanan, pero las sicológicas dejan secuelas que afectan su desarrollo en el aspecto social, profesional y afectivo.
3. se dice que 8 de cada 100 mujeres abusadas sexualmente quedan embarazadas.
Si bien es cierto, la violación es uno de los motivos con más peso para distribuir la bendita píldera, debemos incluir otros accidentes como la ruptura del preservativo, el fallo de la lámina de cobre o el olvido de tomar la anticonceptiva.
Por ello, el gobierno decidió comprar 35.000 dosis de Postinor 2, con un costo total de cincuenta millones de pesos, para ser distribuídas gratuitamente en los consultorios. He ahí el pero. ¿Qué está pasando entonces que en los consultorios te ponen cien mil problemas y te dan sermones morales antes de entregarte la pastilla o simplemente decirte que no hay, que el alcalde no la permite, que vas a tener que comprarla o que vayas al consultorio correspondiente a tu domicilio y que sólo te la darán si tienes ficha en él? ¿En qué momento piensan que es una EMERGENCIA?
"–Quiero la píldora –le digo. Su sonrisa desaparece. –A ver: acá te daríamos la pastilla, pero no corresponde a tu dirección. Lo que te recomiendo, porque el tiempo corre, es que pagues una hora con un ginecólogo para que te haga una receta. Pagando todo se arregla… aunque si ya estás embarazada, estás frita. Insisto: “Pero deberían dármela en cualquier consultorio. Es mi derecho”. –Sí, pero te repito que no es tu dirección. Te digo: lo mejor que puedes hacer es pagar una consulta privada –dice. Antes de que me levante de mi asiento, la matrona me pide que espere. Entonces, como en una clase de Biología de segundo medio, me explica que adentro tengo un útero y un par de ovarios, que funcionan así y asá. Y que el hombre tiene un pene con miles de espermios fecundadores que funcionan asá y así. No lo puedo creer. Esta mujer tiene mi carné entre las manos –sabe que tengo 27 años– y me está haciendo una disertación sobre reproducción humana. Aguanto la charla y salgo del consultorio a buscar la píldora en otro lugar. Como dice la matrona, el tiempo corre: la pastilla hay que conseguirla hasta 72 horas después de la última relación sexual. A estas altura, una mujer que realmente la necesita no está para clases de Biología."
En mi búsqueda de información para poder escribir esta entrada, encontré la página de anticoncepción de emergencia, donde de manera simple aparece la forma de tomar las PAE (pastillas de anticoncepción de emergencia) y un esperanzador mensaje que señala: "Mujeres y hombres tienen el derecho a conocer, acceder y usar métodos que prevengan un embarazo no deseado". Mi sorpresa es grande cuando entro al SERNAM, y no hallo ni una sola instrucción o consejo respecto al tema, una que otra noticia muy poco actualizada sobre el día de la mujer... pero oportunidades para un debate, cero.
Por lo tanto, como habeís visto, me declaro absolutamente en contra de toda la maldita tramitación para proteger nuestros intereses y derechos como mujer. Pero, hay otros casos, que me dan un poco de risa, un poco de coraje e impotencia también. Entiendo a las mujeres Católicas devotas, entiendo a las consevadoras, pero no entiendo qué tienen en contra de una pastilla que se toma/compra con libre albedrío, que no está en el comercio con el objeto de obligación para la ingesta de mis congéneres, sino que como una opción, el que quiere la toma o la deja. No se puede negar a nadie la oportunidad de adquirir algo que a sólo un grupo de personas no les guste o no les parezca moral... en ese caso, que elimien los sex shop, los café con piernas, las discos, las cervezas, los cigarros, los moteles, la lencería sexy y las minifaldas
Y Hablando de mentes cerradas, lean por favor, el pensamiento MEDIEVAL de una mujer AQUÍ (qué doloroso que algunas piensen así)
Sus palabras son realmente desconsideradas y absurdas:
"...Y aún más deberían también rechazar que en sus consultorios se reparta el dispositivo intrauterino (DIU o “T” de cobre), los preservativos y la pastillas anticonceptivas o anovulatorios. Incluso la masturbación debería multarse en las municipalidades, puesto que también es un desperdicio de espermios que podrían servir para la fecundación."
"Además ¿Qué importa que las mujeres de estratos más bajos que son violadas queden embarazadas? Luego de los 9 meses de embarazo dan al hijo en adopción y problema resuelto"
Claro... así de simple, te violaron, te aguantai nueve meses un hijo no deseado, lo pares y chao!
IDIOTA ¬¬
Así progresa Chile! Así nos jactamos de las "vías" de desarrollo...
Fuentes:
Periodismo UCHILE
PANICO
Anticoncepción de emergencia
PAULA